Aunque hoy en día las sirenas las asociamos con seres atractivos, mujeres guapas y jóvenes con cola de pez, originariamente eran híbridos mitad mujer y mitad ave. En castellano no hacemos diferencia entre las sirenas originales y las que hoy en día conocemos, pero por ejemplo en inglés sí que hacen diferenciación, llamando a las originales «siren» y al híbrido de mujeres y pez las llaman «mermaid»
Las sirenas eran muy diestras con la música, ya fuera cantando o tocando instrumentos musicales como la lira o la flauta. Estas habilidades las utilizaban para hechizar a los marineros, haciendo que perdieran el control del barco y cayeran al mar, una vez esto pasaba las sirenas los devoraban.
Hay muchos mitos griegos relacionados con las sirenas y su canto mortal, el más conocido es el de Ulises, que en su viaje tenía que pasar por los mares donde se encontraban las sirenas, y advertido de lo que éstas hacían cuando un hombre escuchaba su canto decidió que todos los tripulantes del barco se taparan los oídos con cera, y a él lo ataran a un mástil, para que así por mucho que quisiera tirarse al mar le fuera imposible. Fue así como venció a las sirenas.
En un principio las sirenas simbolizaban terror, peligro a las travesías marinas. Con el tiempo, al pasar los años, ya llegado a la Edad Media, la Iglesia utilizó la figura de sirena que hoy en día conocemos. Mujer atractiva con cola de pez, con este cambio de imagen la Iglesia quiso simbolizar en las sirenas los pecados de lujuria y vanidad y adaptarla para que sirviera como elemento moralizante.
¿Pero qué relación con la realidad tiene el mito?
Bueno, los primeros escritos que hay de las sirenas en la mitología griega las situan en las islas de Li Galli, en esta zona además se han encontrado pequeños santuarios que la gente dedicaba a las sirenas. En esta zona se han hecho diferentes experimentos acúsitcos, los que han finalmente demostrado que en estas islas se producen fenómenos acústicos debido a su disposición natural.